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Ezio, Altair, Kassandra, Eivor… Si no te gustan los videojuegos, seguramente estos nombres no te suenen de nada. Pero si has jugado alguna vez a la saga ‘Assassin’s Creed’ habrás compartido decenas de horas con ellos, disfrutando de sus aventuras a través de la Historia.
La película ‘Assassin’s Creed’, que Be Mad emite este martes 8 de noviembre, es una adaptación libre de los videojuegos homónimos, que se lanzaron en 2007 como una aventura de sigilo y mundo abierto.
Assassin’s Creed significa ‘credo de los asesinos’. Se trata de una hermandad secreta formada en la Antigüedad y que tiene como archienemigos a la Orden de los Templarios, contra los que llevan luchando siglos y cuya rivalidad llega hasta hoy.
Los videojuegos tienen un trasfondo filosófico, en el que los Asesinos quieren garantizar la libertad de la Humanidad, mientras que los Templarios pretender controlarla para, según dicen, salvarla de sí misma.
Es habitual que en los videojuegos de Assassin’s Creed tengamos dos líneas temporales, que se unen gracias a la tecnología genética.
En el presente encontramos a uno de los protagonistas, que se mete en una máquina llamada Animus y que le permite acceder a sus recuerdos genéticos. Es decir, que es capaz de revivir las vivencias de sus antepasados. Esa es la segunda línea temporal del juego, que nos ha trasladado al Antiguo Egipto, a la guerra entre Atenas y Esparta de la Grecia Clásica, a las Cruzadas de la Edad Media o a la Revolución Francesa, entre otros lugares.
La trama de ‘Assassin’s Creed’ es compleja y, para algunos, un poco liosa de entender. Además del control de la libertad, hay otras revelaciones que afectan al conjunto de la Humanidad, como su origen o las profecías que vaticinan el fin del mundo.
En la película, Michael Fassbender accederá a sus recuerdos genéticos que le llevarán a la España del s. XV, donde descubrirá qué ocurrió entre la Orden de los Asesinos y la de los temibles Templarios.