El paralímpico dejó de tener ilusión por leer libros cuando empezó a disminuir su visión hasta quedarse ciego por completo. Pero el descubrimiento de “El nombre de la rosa” de Umberto Eco le devolvió las ganas de leer. “Fue un libro que me animó a seguir leyendo, su descripción tan detallada me hacía imaginarme las situaciones a la perfección”, comenta Xavier.