Antes de poder participar en la carrera, todos los ciclistas deben pasar por el registro y demostrar que tienen todo el material exigido. En esa lista hay materiales de primeros auxilios, el casco, etc. Y también un silbato, cosa que Santi Millán no llevaba. Pero tranquilos: con un hueso de melocotón encontrado en un cubo de basura todo se soluciona.